Mujeres que acompañaban a Jesús

Mujeres que acompañaban a Jesús

Por: Pedro L. Fernández

Es común pensar que Jesús estaba acompañado solo por doce hombres, esto es lo que los escritores bíblicos parecen mostrarnos. Sin embargo, hay varios textos que dicen, incluso con nombres, que había mujeres que iban acompañando a Jesús. Uno de ellos es Lucas que, en su capítulo 8.1-3, literalmente dice:

“Y poco después, Él comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas del reino de Dios; con Él iban los doce, y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y muchas otras que de sus bienes personales contribuían al sostenimiento de ellos.

En este texto hay por lo menos cuatro aspectos que resulta interesante señalar. Lo primero es que el escritor dice que Jesús comenzó a recorrer todas las ciudades y aldeas. Esto es importante señalarlo, pues nos indica que las mujeres que, después se dirá que lo acompañaban, no es porque fueron con él a un único lugar en específico, sino porque iban en todo su recorrido con él.

Lo segundo que dice el escritor es que los doce lo acompañaban, refiriéndose a los discípulos. En este caso no se refiere a otros hombres lo acompañaran sino únicamente sus doce discípulos.

Luego, igual que como resalta lo de los doce, dice que también algunas mujeres le acompañaban. Menciona los nombres de tres y añade: y muchas otras… lo cual nos deja claro que podría haber similar numero de mujeres que de hombres acompañando a Jesús en su itinerario.

Lo ultimo que cabe resaltar del texto es que, contrario a lo que se pudiera esperar, sobre todo de una sociedad como aquella en la que solo el hombre tenía el acceso a lo económico, eran las mujeres la que proveían de sus bienes para el sostenimiento de todos y todas en el recorrido.

Es interesante observar el nivel de compromiso de las mujeres con el ministerio de Jesús, las cuales no solo lo acompañaban, sino que también sostenían el ministerio económicamente. Sin embargo, estas cosas muchas veces son silenciadas por un cristianismo que se ha centrado históricamente en la figura del hombre.

Cuando observamos las iglesias, tanto en el devenir histórico del cristianismo como en su realidad actual, las mujeres siempre han sido las que han llevado y aun llevan a cabo muchas de las actividades que sostienen a las iglesias, comenzando por su compromiso y asistencia. Aunque, en el mayor de los casos, no sean las que ocupen los puestos principales de liderazgo. Y si las mujeres acompañaron a Jesús en igualdad con los hombres, igual derecho tienen ante Dios. Por lo que sus derechos deben ser respetados.

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